domingo, 1 de febrero de 2009


arden mi carne,
el ayer,

en el fuego,

divina cruz de siglos

cuantas mañanas fueron,

las que miré mis manos,
aún sin rozar tu filo,

cuantas mañanas,
sin ser mi milagro.

2 comentarios:

pol dijo...

eey por el mío pasan chicas pero vos tenés la poesía ahí, en los dedos, en el día, en la boca. no pasa desapercibida tu poesía ke huele a vivir.

groso larva, abrazo y nos vemos hoy quizá.

juan dijo...

vamos adelante amigo poeta....

abrazo

juan