miércoles, 18 de febrero de 2009



alegre luz,
que al son de su trino,
esperará hoy arrullar este gozo,

de habitual caro día divino,

y charlatan sinsabor amoroso,

rubí ardor al beber esta dicha,
oh! mi amor,
mi Ser tan níveo,

que en un mar soñador encaprichas,
el desear y su fiel devaneo,

hoy vagaré como ayer en tus bosques,

y buscaré el divinal horizonte,
que dorará nuestro amante ensueño,

y al dormirme sabré de otros mundos,

que por celar su querer,
moribundos,

hoy no serán en verdad tan felices.

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