
alegre luz,
que al son de su trino,
esperará hoy arrullar este gozo,
de habitual caro día divino,
y charlatan sinsabor amoroso,
rubí ardor al beber esta dicha,
oh! mi amor,
mi Ser tan níveo,
que en un mar soñador encaprichas,
el desear y su fiel devaneo,
hoy vagaré como ayer en tus bosques,
y buscaré el divinal horizonte,
que dorará nuestro amante ensueño,
y al dormirme sabré de otros mundos,
que por celar su querer,
moribundos,
hoy no serán en verdad tan felices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario