jueves, 13 de noviembre de 2008


y cuando sos el vacío que espera,
ese amor de osito,
ese amor de seda,
no te olvidés, hija,
de lo demás, del odio,
no te olvidés, de enfrentar esta vida.

porque al mirar nuestro ser entre cruces,
vas a desear un mundo,
que es real, seduce,
y a su brillar de hados,
y a su saber de pocos,
ese saber de alta paz, sagrado.

y al mirar nuestro andar sin las luces,
de ese lugar precioso,
nuestra andar de bruces,
contra un sol distinto,
sin libertad, con odio,
no te olvidés, de cambiar el destino.

2 comentarios:

Nerina Thomas dijo...

Tu palabra vuela.Ella tiene alas y contgiab a amar la palabra. un abrazo

rey larva dijo...

amar es ser y entonces la palabra es la verdad