
es el vacío lo que me aturde,
y el andar de su mal en mis brisas,
un tonto son que al reir su sonrisa,
tiene la voz del sabor sin virtudes.
hoy escuché su pasión en aludes,
de abismal sinrazon de deseo,
que condenó a saciarse mi reo,
con la verdad de vivir en su númen.
a solo ser esta paz de guerrero,
y bien lucir el amor de mi Eros,
hasta morir cada día lejano.
oh! si el afán fuese fe, hermanos,
cuanto saber brillaría mis prados,
cuantos colores sabrían ustedes.
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