martes, 23 de septiembre de 2008

del espejo planetario

la parte de atrás de un árbol sin fruto,
una mañana rara,
de alto espejo puro,
una canción lejana,
de blanco ser, oh! dama,
es mi desear el amor en tu alma.

este andar que ablanda el barro,
por tu verdad, tu casa,
este sabor a hermano,
este calor que envicia,
como tu piel, oh! dama,
es mi desear el amor en tu vida.

esta semilla azul en tu mano,
y el nacer eterno,
de la flor que sangro,
este ardor que quema,
hasta rozar tu aliento,
es mi desear, el amor que me queda.

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