arde mi carne de ayer en tu fuego, divina cruz de siglos, cuanta mañanas fueron, las que miré mis pasos, aún sin rozar tu filo, cuantas mañanas sin ser tu milagro.
activo con el fin de cuestionar, vinculando la intrepidez, sello el portal de la inteligencia con el tono electrico del servicio, me guia el poder del fuego universal
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